El 28 de noviembre de 1933, nacia Nilah Meier (Youngmann).
Nilah fue la primera hija de David y Lilian Meier, una pareja de jóvenes enamorados
y comprometidos con Dios, que después de terminar sus estudios universitarios
en Anderson College (1925-1928) comenzaron una vida de predicación estado de
Montana, Illinois, Texas, luego internacionalmente, Canada, Brazil y Argentina.
Nilah prácticamente respiro el aire misionero desde sus
inicios en Billings Montana donde nació. Gran parte de su infancia y juventud
lo paso en la Argentina y el Brazil. Llego a dominar cinco idiomas. Era una
ciudadana global con un gran corazón por conectar el amor de Dios entre los mundos
y culturas en los cuales se movía, valorando lo sencillo de las personas y
siempre viendo las posibilidades en cada situación.
El pasado 30 de Agosto, 2018 Nilah partió a su casa
celestial, llena de años y una vida bien vivida. Dejo un legado inspirador de
servicio y generosidad al mundo.
Mi madre es Tabita, la hermana menor de Nilah. Durante toda
mi infancia y juventud, Nilah me escribía notas y cartas, siempre se acordó de
mi cumpleaños. Cuando llego el tiempo de ir a la universidad Nila fue la primera
que dijo, Norberto, yo te voy a ayudar.
Y así lo hizo por cuatro años, mientras yo cursaba mis
estudios en Anderson, en los Estados Unidos. Nilah me apoyo emocionalmente
durante los periodos difíciles de estudio, me apoyo financieramente cada mes
para que yo pueda terminar mis estudios sin deudas. Y sobre todo me enseño
sobre la generosidad a través de su ejemplo. Tomar un cafecito con tia Nilah
era una experiencia única. Ella hacia preguntas y siempre orientaba las conversaciones
hacia los demás. Pocas veces se quejaba o se escuchaba criticas de sus labios
sobre lo que no estaba bien en la sociedad y en las personas. Ella estaba decidida
a disfrutar y ver lo mejor en los demás
Por más de 3 décadas, Nilah fue una de las profesoras
favoritas del castellano en la Universidad de Anderson. Mas que tomar una clase
de español, estar con Nilah era vivir el idioma, la cultura y sobre todo la
influencia de una mujer que llena de sorpresas, humor y mucha vida. No creo que
nunca nadie se aplazo en Español durante las tres décadas de la docencia de Tia
Nila. Siempre daba una segunda y tercera oportunidad para que un alumno pueda superarse.
Te extrañaremos tia
Norberto
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